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“RESILIENCIA, El trascender de la experiencia · Estrategias psicosociales para la potenciación individuo – comunidad”
El punto de partida de la pregunta que intitula el presente apartado implica un posiciona-
miento del psicólogo frente a un hecho social. La interrogante refleja el horizonte de sentido
que tiene quien la elabora y la dirección de su búsqueda. Al respecto conviene decir que, la
orientación y el posicionamiento del psicólogo social comunitario manifiestan que sus es-
fuerzos no deben quedar sólo en la pretensión de conocer, describir y analizar las formas de
resistencia asumidas por los pueblos originarios. Más allá, su trabajo debe encaminarse hacia
catalizar procesos de acción que fortalezcan el proceso mismo de resistencia comunitaria.
A manera de propuesta, el psicólogo social comunitario debe trabajar en el fortalecimiento
de las formas y estrategias de resistencia comunitaria de los pueblos originarios para poten-
cializar sus núcleos de lucha. Además, su tarea puede extenderse para trabajar con toda la
población civil con el fin de movilizar procesos de sensibilización sobre la presencia activa de
estos pueblos y la crítica constante de las formas de interactuar con ellos en la sociedad. Para
puntualizar la propuesta de intervención del psicólogo social comunitario, es preciso hacer
referencia a una labor en pos de las éticas del despojo y la diversidad, el fortalecimiento de los
sistemas de organización, la participación comunitaria así como el sentido del nosotros en los
pueblos originarios. Todo ello debe ser discutido y trabajado como una propuesta colectiva a
partir de un diálogo de saberes entre los agentes externo e interno. De ahí, emergerá una ac-
ción colectiva, libre e incluyente de las formas de resistencia. Asimismo, surgirán estrategias
y métodos de trabajo acordes con las condiciones y características locales.
En torno a la ética del despojo, resulta necesario trabajar en la recuperación de la memoria
colectiva de estos pueblos en relación a su devenir de resistencia frente al neoliberalismo, la
clase social privilegiada y el Estado que los violenta: agentes que los han despojado de su tra-
ma social, legado histórico, identidad psicocultural, tierra y territorio. Además de recuperar la
memoria colectiva para rescatar sus historias e identidad, se debe poner el acento en la gene-
ración de una conciencia crítica sobre el lugar que ocupan en el mundo y en el modo en que
se da la relación de fuerzas sociales entre dominadores y dominados; oprimidos y opresores.
Lo anterior debe ser realizado de tal forma que de paso a una acción congruente con una pro-
puesta ética de la liberación.
Así, lo que se pretende a través de la recuperación de la memoria colectiva es movilizar la con-
ciencia. De esta manera, la labor del psicólogo se centra en catalizar procesos que permitan
avanzar de una conciencia ingenua o transitiva hacia una conciencia crítica sobre el despojo
que han sufrido los pueblos originarios desde la invasión de los europeos hasta nuestros días,
pues a pesar de que cambian los rostros de los opresores, así como sus formas y estrategias
de opresión, lo que continua vigente son los mismos oprimidos y despojados, estos son: los
llamados pueblos originarios.
Además, se deben movilizar procesos de concienciación que permitan reconocer que tal des-
pojo no sólo se da a nivel de tierras, territorio y recursos naturales; también se les despoja de
su devenir, historias de vida y lugares próximos que pueblan su existir y brindan significado a
su vida como colectivo.
En cuanto a la ética de la diversidad, en ella se deben promover relaciones incluyentes para
que se construyan comunalidad de convivencia –no de coexistencia– entre avecindados y

